ESCLAVO DE LA REALIDAD

Escondido detrás de los olivos, esperamos sentados mirar hacia el mar, contemplar su gloria, vivir en carrne propia su azul violento. La mañana triste, dedica sus versos al negro, bailando a ritmo de palos, pide con ojos de aguila la llegada de la lluvia, abre su boca esperando que caigan del cielo las gotas frías de la inocencia, ya no somos quienes esperan al cura para tomar del vino, porque de nuestra espera se conservan vivos los sueños, las historias; hoy es un día para admirar al mar, su grandeza, su humildad. Cierro los ojos y multiplico por cien mis deseos de seguir sentado en el lado izquierdo del mundo, donde el mar se ve precioso pero sus aguas no tocan mis pies.

CUANDO MERECES LO QUE PIENSAS

Cuando se parte hacia la tierra prometida, la vida se hace más lenta, más oscura en su santiguar. Ya que uno parte hacia donde nadie te mira con ojos dulces y pensamientos de amor. Cuando partes a otro mundo, otra galaxia o a otra vida, la carne pierde color, los ojos se aclaran y las noches dejan de maltratar en la espalda. Ayer me fui de mi vida, no estuvo mal, porque aprendí el valor de los colores, conocí el negro detrás de la oreja y escuché sin parar esas canciones tontas escritas a una sociedad decadente. Ayer me fui de cuerpo completo, lleno de espinas y con la cara rota, aunque mi alma quedó intacta, llena de Fé en mis historias, en mi presente. Seguro hoy me iré otra vez de mi vida, espero pasarla en Paz así como ayer o mejor aún, prefiero que hoy sea ayer otra vez.

LA LUZ Y LOS GENIOS QUE ME MATARON

El inicio del tiempo muerto, cambió mi forma de pensar. Son las mismas historias que se dibujan en el espejo, con su calor y sus sentir llenan de cuadros el aire, ya estoy atado a la silla nuevamente, allí en la esquina izquierda de aquel mundo bizarro y terrible, donde una vez caminé con los ojos cerrados sin importarme quienes eran los genios que mataron con sus palabras mis sueños, que mancharon con barro los deseos de libertad que adornaban mis días de otoño, mis días de luz...

EL PRIMER AMANECER DE NOVIEMBRE

Entrando por aquella puerta, el dolor se siente en cada habitación, las lágrimas adornan con su pena las paredes, ya que la felicidad partió hacia la luna y mitigó su movimiento por las estrellas. El calor resiste toda consentración del viento, no puedo continuar dormitando en está fría silla de hierro, mis ojos piden clemencia y yo les doy angustia, porque eso soy en esta madrugada sin fin, pura angustia, una viva pesadilla que camina.

PENSAMIENTOS AZULES

A lo lejos, se escucha la tierra montarse en una nave de grandes luces verdes, no hay un espacio de tiempo que conserve las verduras como semillas, para que no se marchite su sexo antes de que una boca dulce alimente su eternidad con ellas. Esta es la misma nave, aquella en la cual viajé una vez hacia la luna un día de abril donde no se escuchaban los grillos y la esperanza se transformó en segundos en lo más preciado para la humanidad. Aquella nave, de colores brillantes y muchos botones en forma de óvalos pasó a ser mi hogar, mi templo. Recuerdo ese día en que la vi llegar, se trató de esconder bajo los árboles, mis ojos se clavaron ella, me trató de evitar, pero su brillo confundió la miel con el vino y el humo con los deseos de grandeza de un alma libre que trató de cubrir el sol con un dedo y no lo logró.