EL REY CORAZON

Del cielo hasta las estrellas, viven las noches los siervos; contando con más de mil canciones y sirviendo con miel el vino, juntando los ombligos más allá de la cintura y comunicándose de pan a pan mientras el aire se transforma en humo y los ojos llorosos en pezones gigantes que trastornan las madrugadas de cualquier guerrero de antaño; pero por fin nos movimos, y llegamos a la jungla, donde las piedras hacen una iglesia y los corazones se entretienen con la risa, pintándonos en piel sin estar desnudos. Del cielo hasta las estrellas, no me he olvidado de ti, ni de tu sombra, ni de tu cara y mucho menos de tu corazón.

JUAN MIGRAÑAS Y SU POESIA INSOPORTABLE

Capítulo #3: MIRA MAMÁ SIN MANOS

La tuve entre mis ojos y la dejé esacapar, por más fuerte que intenté agarrarla se me cayó al vacío oscuro de la desesperación, al punto en que mis brazos se deslizaron suavemente al piso y dejaron marcado en los dedos mis ideales y lo que pienso de la vida misma.

2 AÑOS, 7 MESES Y UN ULTIMO ADIOS

Una vez caminé por la nubes, subía sin miedo a la segunda parte de la vida, allí donde el sol no sede ante los pensamientos incultos de la Dolce Vita. Estancado, quedé ese día, donde la más franca de las noches se pudo sin miedo moldear a imagen y semejanza de los ojos verdes que sostienen mi cara. Perdido, así me compraron sin medir mis pensamientos, como cerdo caí en su trampa y me convertí en miembro de su secta sacra, sin salida, sin recuerdos. Adiós, me dijiste un día lluvioso, me hablaste de las caricias prohibidas y de los males comunes, porque al pasar de los años, trataste de enseñarme como se cruza la noche con los sueños, aunque de ese adiós entedí de los cambios así como gira la raíz del árbol hacia el lado oscuro de la tierra, aprendí de las hsitorias sobre la Madre Tierra, su cansada forma de caminar hacia el horizonte. Un adiós, es lo que separa el pasado del presente, proque vivir atado a este lado izquierdo de la columna gris, sólo me deja pensar que valen más los recuerdos que la misma realidad donde descansan mis huellas.

UNA LUCHA PERDIDA EN EL SIGLO (Seniors)

Una lucha perdida en el siglo. El tiempo contribuyó a la creación de un nuevo vínculo entre antiguos y gigantes, la diferencia entre uno y otro se dejaba ver reflejada en el viento, su sueños eran distantes, pero su doctrina era la misma: "Crecer, comer y culpar". Cuando llegaron a mirarse a los ojos, puedieron entender su semejanza, crecer en el nombre de mí pecho, comer porque en barriga llena no entra más trabajo y culpar porque los errores aunque sean propios los debe pagar quien limpia lo zapatos. El coyote cantaba por las noches como viento sobre la marea, los gigantes trataron de escapar al azote del frío invierno, pero el ego no dejo que sus pisadas cruzaran las puertas del panteón, los antiguos por su parte, gritaron sin parar a la esperanza, rezaron en voz baja y como osos durmieron.

El sol tomó un descanso, la oscuridad arriba a la mañana para sorpresa de los corazones, los gigantes caen sobre la calle, aplastando sus ideales, mantando con su peso a los antiguos que dormían tranquilos sin saber que este era su último día en la tierra. Una lucha perdida en el siglo, fue el único que se recuerda de los antiguos y de los gigantes, murieron, cayeron y sin darse cuenta dejaron de crecer, comer y de culpar.