DEBAJO DE LAS FLORES
Comienza la vida a cansarse, los pies me duelen más que antes, ya no como de la mano de los Dioses porque dejaron el blanco en su reino y decidieron volver al río a bañar sus ideales. Sueño con peces voladores mezclando sus escamas con sal mientras el sol cubre toda la tierra. Una noche de verano, todas mis canciones acabaron en la tumba, mis dedos se olvidaron de escribir, mi boca cambio su rumbo, ya no quedan más historias detrás de la columna gris y fría donde levité hasta llegar al cielo, allí donde conocí a los Dioses, allí donde les robé en silencio sus batas blancas.