LOS CUATRO REINOS
PRIMERA PARTE. LA GUERRA DEL FUEGO Y LA PIEDRA
La tierra dividida. Siente como el viento muerde el amanecer, permitiéndole al sol acunar un nuevo día. Suenan los tambores, estamos en tiempos de guerra. Su sonido, perdido entre los bosques marcha con el aire hacia las montañas, llevándose a su paso la tristeza y las amarguras de un pueblo que hace años dejó de mirar al horizonte. Suenan los tambores. Estamos en tiempo de guerra.
El odio, cúmulo de sensaciones serviles y fétidas, se transpira desde dentro de los cuerpos de aquellos soldados del Reino de Fuego, conocidos en todo el planeta como los "Perros Vivos", duros como roca de volcán y fuertes como la lava ardiente, marchan a ritmo de gloria por los rincones de la Madre Tierra, guiados por su Comandante Todo Poderoso, celebran con cánticos de guerra antiguas la llegada de un nuevo comienzo para su pueblo.
Llegados a la montaña, en medio del sendero fértil, allí es donde descansa el lugar más bello del mundo, tierra de grandes hombres, pensadores y estrategas. La tierra de las mentes brillantes y los corazones fríos. El Reino de Piedra, famoso por sus leyendas y cuentos místicos, se preparaba para recibir a la muerte y con lanzas y espadas cobardes, pero con muchas palabras sobre el renacimiento, la vida eterna y los Dioses de batas blancas que viven encima de las nubes. El Primer Ministro del Reino de Piedra, presenta sus armas al Comandante Todo Poderoso, el Primer Ministro le habla del razonamiento, el viento y las estrellas perdidas, trataba en vano de mediar el fin de su legado como monarca del majestuoso Reino de Piedra. El Comandante Todo Poderoso, alza su espada de lava fundida, señala hacia las paredes del reino de los sabios y con un grito llamó a su ejercito a derribar las paredes de este magno castillo. El Primer Ministro, señala a los cielos, como si estuviera pidiéndole a los Dioses que intercedan por su pueblo. La lluvia comienza a caer por toda la pradera, cada líder de batallón se dirige a sus hombres, el Todo Poderoso, mira a los rostros de sus soldados y con voz aguda por las emociones les dice: "Hoy es un día, donde nuestro reino escribirá un nuevo capítulo en la historia, moriremos por lo que pensamos y viviremos por lo que queremos, porque hoy conoceremos el significado de nuestra existencia, hoy conoceremos lo que es el destino, hoy es nuestro día de gloria".
El Primer Ministro del Reino de Piedra, se reúne con su comité de pensadores, con más miedo que deseos de gloria, hace llamar a un mensajero para que como rayo, viajara por el bosque hasta llegar al reino vecino, el Reino de las Flores. El Primer Ministro, buscaba una alianza estratégica, ellos les darían soporte político y una nueva visión de sus proyectos y los del Reino de Flores les darían nuevas armas, pólvora y guerreros que desafiarían la muerte. El mensajero elegido por el comité era llamado Naoj "El Visionario", hombre de grandes logros, inventor de la silla de torturas y la cámara de emociones, conocido en todos los rincones del planeta como el hombre que desafió al Dios Mudo.
La noche llena de negro la pradera, los animales nocturnos salen a buscar comida o a ser comidos por otro más grande, mientras el Visionario sale silencioso del Reino de Piedra hacia el bosque. La gran guerra comenzará cuando el sol de su primera señal de vida, el Primer Ministro pide al Comandante Todo Poderoso más tiempo para organizar sus tropas, pero éste no accede a sus peticiones llenas de palabras rebuscadas. Naoj tenía sólo una noche entera para conseguir que los dirigentes del Reino de las Flores entendieran y aceptaran una alianza con su pueblo.
El bosque estaba horrorosamente silencioso, sólo los ruidos leves de un roedor se dejaban sentir entre las hojas secas. El caballo del Visionario parecía inquieto, Naoj empuña una espada de dos filos invento de su propia autoría y se dispone a bajar la marcha, no importaba ir más despacio por cautela, ya que la desesperación sólo liberaría la furia de las bestias que asechan su próxima cena. Luego de unos metros de cabalgar en el bosque de sombras, Naoj baja la guardia por un segundo y de repente es sorprendido por algo que salta desde la copa de un árbol gigante, lo desconocido ataca sin piedad al famoso inventor, éste astuto toma su espada de dos filos y arremete contra su atacante y cuando lanzó con furia un golpe, su espada reflejó la luz de la luna, iluminando su espacio visual por un momento. El silencio se vuelve a apoderar del bosque de sombras, la luna cambia de curso y con su luz ilumina el bosque, permitiéndole a Naoj ver caer a sus pies un Guardia Real del Reino de las Flores. El Visionario se arrodilla a su lado y con ojos lloroso grita con rabia a la noche, sintió que le había fallado a su Reino, a su gente. Naoj tomó de un brazo al guardia moribundo y lo escondió debajo de un tronco. Sabía que con esto podía ganar tiempo, antes que los demás guardias sintieran la muerte de su compañero, ya que el Reino de las Flores es místico, donde sus habitantes desarrollan una gran habilidades en el uso del poder de mente. Cuando alguien está a punto de morir se comunica con sus seres queridos, les cuanta sus historias, sus obras y deseos. Cuando alguien muere se llenan de rabia los corazones del reino entero…