ESCLAVO DE LA REALIDAD
Escondido detrás de los olivos, esperamos sentados mirar hacia el mar, contemplar su gloria, vivir en carrne propia su azul violento. La mañana triste, dedica sus versos al negro, bailando a ritmo de palos, pide con ojos de aguila la llegada de la lluvia, abre su boca esperando que caigan del cielo las gotas frías de la inocencia, ya no somos quienes esperan al cura para tomar del vino, porque de nuestra espera se conservan vivos los sueños, las historias; hoy es un día para admirar al mar, su grandeza, su humildad. Cierro los ojos y multiplico por cien mis deseos de seguir sentado en el lado izquierdo del mundo, donde el mar se ve precioso pero sus aguas no tocan mis pies.